España viene de
recibir un duro golpe al no ser elegida su capital, Madrid, como sede para la
celebración de las olimpiadas de 2020. Entre las posibles causas de esta nueva
decepción se hallan “la crisis económica” por la que atraviesa España, la
“actual mala imagen política” de nuestro país, y una sensación internacional de
que en nuestro estado, la lucha contra el dopaje no se toma con la seriedad que
se debiera.
Quizás sea el
momento de plantearse el problema del "doping" como una auténtica
lacra, y que por ende, merece una persecución implacable por las autoridades
deportivas, políticas y judiciales.
Y es que el
Código Penal español es claro con este tema, regulándolo en su artículo 361 bis:
“1. Los que, sin justificación terapéutica, prescriban,
proporcionen, dispensen, suministren, administren, ofrezcan o faciliten a
deportistas federados no competitivos, deportistas no federados que practiquen
el deporte por recreo, o deportistas que participen en competiciones
organizadas en España por entidades deportivas, sustancias o grupos
farmacológicos prohibidos, así como métodos no reglamentarios, destinados a
aumentar sus capacidades físicas o a modificar los resultados de las
competiciones, que por su contenido, reiteración de la ingesta u otras
circunstancias concurrentes, pongan en peligro la vida o la salud de los
mismos, serán castigados con las penas de prisión de seis meses a dos años,
multa de seis a dieciocho meses e inhabilitación especial para empleo o cargo
público, profesión u oficio, de dos a cinco años.
2. Se impondrán las penas previstas en el apartado
anterior en su mitad superior cuando el delito se perpetre concurriendo alguna
de las circunstancias siguientes:
1.ª Que la víctima sea menor de edad.
2.ª Que se haya empleado engaño o intimidación.
3.ª Que el responsable se haya prevalido de una relación
de superioridad laboral o profesional”
Este
artículo ha sido integrado en el Código Penal a través de la LO 7/2006 de 21 de Noviembre, de Protección de la Salud y de Lucha
contra el Dopaje en el Deporte.
Sin
embargo, pese a que España cuenta con los medios jurídicos, deportivos e
institucionales para luchar contra el dopaje, la sensación de ligereza en su
persecución sigue candente.
Como prueba valga el enlace periodístico que os ofrecemos, extraído del periódico “El País”.
Como prueba valga el enlace periodístico que os ofrecemos, extraído del periódico “El País”.
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