El 14 de diciembre de 2012 publicamos en nuestro blog “¿Y quién controla a la Administración?. Aquel
artículo sigue siendo a día de hoy el más seguido de nuestro blog con casi 600
visitantes. Si desea recordarlo, puede acceder a él en el siguiente enlace:
En
aquella publicación exponíamos la falta de garantías que tenían los ciudadanos
en sus relaciones y procedimientos con las Administraciones Públicas, lo que se concretaba en que aquellas vulneraban, sistemáticamente, los derechos de los ciudadanos y sus deberes
como poderes públicos. A modo de ejemplo, se señalaba el incumplimiento habitual
de requisitos legales tales como los dos intentos de notificación, la
audiencia del interesado o la motivación de las resoluciones.
Por si lo
anterior fuera poco, en esa época se barajó, y finalmente se implantó por el Gobierno el
pago obligatorio de “tasas judiciales”. El peligro fundamental que suponía esto
era que el acceso a la justicia dejaba de ser libre, universal, y un derecho
constitucional. Así, ocurrió durante meses, hasta que poco a poco se fue
limitando su aplicación, dado el nivel de indignación y de clamor popular que
produjo su implantación.
Y es que en el caso de los procedimientos
administrativos, si las Administraciones Públicas incumplían con los mínimos
legales, la única opción para controlarlas era acudir a los tribunales, pero si
su acceso estaba condicionado al pago de tasas judiciales, mucha gente no se lo
podía permitir, o renunciaba a la lucha de sus derechos. De ahí aquel título “¿Y
quién controla a la Administración?
Casi cuatro años después, podemos concluír
que, en general, la situación ha cambiado a mejor. En primer lugar, por la desaparición
de las tasas judiciales. Y en segundo
lugar, porque la insistencia de muchos ciudadanos y letrados, poco a poco ha
ido teniendo sus frutos. Incluso cabe destacar la participación en esta lucha del
“Defensor del Pueblo”, y de los “Defensores del Pueblo” autonómicos -en Canarias, Diputado del Común-. Muchos de ellos, en su momento, pusieron el grito en el
cielo y denunciaron los abusos sistemáticos de las Administraciones Públicas. Ello sin duda ayudó a controlar la situación.
A día de hoy, en la mayoría de
procedimientos administrativos, especialmente los sancionadores, se respetan los
derechos de los ciudadanos. Según nuestra experiencia, en materias tales como
Urbanismo, Caza y Pesca, Seguridad Pública, entre otros, se está cumpliendo,
salvo excepciones contadas, con los requisitos legales. Por el contrario, sigue
habiendo un déficit de derechos, y una peligrosa aplicación del “principio de
culpabilidad” en ámbitos tales como Tráfico, o Fiscal (recaudación y
devolución).
Ante esta evolución positiva desde el año 2012, debemos alegrarnos,
pero sin olvidar que aún quedan muchos derechos y garantías por cuya exhaustiva
aplicación debemos seguir luchando.
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