jueves, 23 de diciembre de 2021

Nuestros letrados y colaboradores les desean unas felices fiestas.

 

Atención, aminoremos el ritmo y hagamos una parada para bajarnos de este frenesí en el que se ha convertido la vida. Pensemos desde cuándo y por qué lo que era un paseo se ha convertido en una yincana de metas y objetivos donde participar ha dejado de ser lo más importante. 

Aminoremos el ritmo y hagamos una parada para cerrar los ojos y convertirnos en esos niños que fuimos, veamos de igual a igual a nuestros hijos, nietos, sobrinos, de corta edad; iluminemos nuestros ojos como lo hacen ellos y volvamos a ver la vida como una travesía interesante, colmemos nuestra curiosidad. 

Aminoremos el ritmo y hagamos una parada para soñar, para disfrutar de cada momento, para recordar a quienes no están y disfrutar “junto a ellos” y “por ellos” de estas fiestas, escuchando villancicos, para recordar aquel mundo pre-covid donde nos podíamos abrazar y besar libremente sin censuras ni tachas.

 Aminoremos el ritmo y hagamos una parada para abrir los ojos de nuevo, disfrutemos de todo aquello que tenemos en esta vida, sin comparaciones absurdas con épocas mejores que por ahora, o incluso, nunca, volverán, disfrutemos al máximo de cada segundo que, en la distancia o cercanía, compartamos con quienes más queremos, no nos dejemos una buena palabra en el tintero ni un pensamiento positivo en la recámara, convirtamos esta navidad en un camino y no en un objetivo, disfrutemos del tránsito, y tratemos de ser tan felices que todas esas circunstancias negativas de la vida se sientan intimidadas.

 Aminoremos el ritmo y hagamos una parada para escuchar y que la felicidad de los niños contagie nuestro ser, para que nuestros ojos brillen tanto que parezcan los suyos, y esperemos todo lo bueno que se viene con la mejor de nuestras sonrisas, que los más chicos no nos puedan poner ni un pero…

En definitiva, aminoremos el ritmo y hagamos una parada para exprimir al máximo las fiestas...vengan como vengan.  ¡FELIZ NAVIDAD!